Junto a las abultadas incautaciones, la Policía ha evaluado el perjuicio económico que conlleva la defraudación de fluido eléctrico al realizar enganches ilegales. En total, y tomando en referencia el gasto de electricidad para un cultivo intensivo de alto rendimiento, se estiman que el fraude ha ascendido a 6 millones de euros por trimestre.