El esperpento de los pinganillos entre hablantes de un mismo idioma solo se da en España.

El esperpento de los pinganillos entre hablantes de un mismo idioma solo se da en España.

El esperpento de los pinganillos entre hablantes de un mismo idioma solo se da en España.

El esperpento de los pinganillos entre hablantes de un mismo idioma solo se da en España.

Esta chorrada de usar pinganillos entre españoles es la constatación de un complejo. Si el idioma no se usase como arma política no habría necesidad alguna de usar pinganillos. Hablarían todos en el idioma común, el que entienden todos los españoles, y arreando. Al volver a su provincia cada uno hablaría lo que le saliese del nardo con sus amigos y familiares y todos felices.

Pero no, hay que hacer un paripé (casi ningún político habla un euskera decente), proyectando algo irreal, como el que se compra un Hummer porque la tiene corta.

Eduardo García, Josemi en Aquí no hay quien viva, Dudu para los amigos, ahora trabaja de camarero en un pueblo de Toledo.

Eduardo García, Josemi en Aquí no hay quien viva, Dudu para los amigos, ahora trabaja de camarero en un pueblo de Toledo.

Eduardo García, ahora de 33 años, fue uno de los niños más famosos de su generación gracias a su trabajo como actor. Participó en dos de las series con más proyección de la ficción española: primero en Aquí no hay quien viva, donde se puso en la piel de Josemi, y, después, en La que se avecina, ficción que le permitió dar vida a Francisco Javier, un adolescente rebelde que tenía problemas muy divertidos. @elmundo