Si el conductor no desiste, y esa es la parte más controvertida, el ISA actuará por sí mismo y hará todo lo posible para que el conductor reduzca la velocidad del coche hasta volver al límite legal. Para ello lo hará con un aviso táctil exclusivamente a través del acelerador.
En concreto, el acelerador empezará a vibrar hasta que se reduzca la velocidad o bien el pedal del acelerador se volverá notablemente más duro, podría ser progresivamente más difícil de pisar. El objetivo no es sólo que sea difícil superar el límite legal, sino que el conductor sea consciente de ello. Que en los coches sea uno u otro se deja a discreción del fabricante. @motorpasion
La tecnología ya lo permite. El futuro pasa porque el coche sea un chivato y envíe los datos directamente a la DGT cuando el conductor cometa alguna infracción.
Mis dieses por el sonido de derrape en un coche que literalmente flota en el aire.