“Vayamos a por las corruptoras. Vayamos a por las constructoras”.

"Vayamos a por las corruptoras. Vayamos a por las constructoras".

El discurso de corruptor y corrupto es una forma de manipular. Ambos bandos son corruptos que incumplen la ley, no hay uno peor que el otro, son dos socios necesarios.

Lamentable Rufián. Nos están volviendo a hacer la cama y él es un cómplice más.