La piedra, de gran interés científico, podría tener entre 38,5 y 70 millones de años de antigüedad y es una de las más grandes del mundo.
Una de las pepitas de ámbar más grandes del mundo que se conoce hasta el momento, valorada en un millón de euros, ha estado durante décadas en casa de una anciana de Rumania que pensó que se trataba de una piedra. La mujer, que encontró la pieza de 3,5 kilogramos en el cauce de un arroyo de Colti, una aldea situada al sureste del país de la Europa del Este, la utilizó como simple tope de puerta sin que nadie se diera cuenta de su valor, ni siquiera unos ladrones de joyas que entraron en su vivienda, revelaron los medios rumanos, una información que ha confirmado a EL PAÍS Daniel Costache, director del Museo Provincial de Buzau, donde se halla el objeto en la actualidad. @elpais