Evita el vuelco in extremis.
Dos bichos nacidos por necesidades de homologación para rally, pero separados por más de 20 años. El Yaris monta un motor tricilíndrico 1.6 turbo de 265cv, y el Mitsubishi un 2.0 turbo de 280cv. No quiero espoilear, pero la cosa va a andar más igualada de lo que se podría imaginar uno.
Entre tanta competición de alto nivel, siempre viene bien montarse en un juguete menos radical para pasártelo bien de verdad. Además con pista mojada mucho mejor, en seco habría sido más aburrido. Pocas veces he visto a Fernando reírse así mientras conduce.