El riesgo de un terremoto de gran magnitud, similar al devastador sismo que sacudió Lisboa en 1755, mantiene en alerta a ambos países.
Las autoridades portuguesas advierten: las infraestructuras de guarderías, escuelas y hospitales en áreas propensas a tsunamis y temblores severos pueden no estar preparadas. Ante esta amenaza, los expertos consideran urgente tomar medidas. Sin embargo, las acciones son limitadas. @eltiempo