En 2010, Blue Origin patentó el uso de naves no tripuladas para reutilizar los cohetes propulsores. SpaceX, de Elon Musk, que necesitaba una tecnología similar, lo impugnó ante los tribunales, alegando que la idea ya era conocida en 2009.
El juez consideró razonable el argumento de SpaceX, señalando que el concepto de naves no tripuladas aparecía incluso en una película soviética de ciencia ficción de 1959, “The Sky Beckons”. Esto llevó a Blue Origin a retirar la mayoría de sus reclamaciones de patentes.
El mismo Elon Musk ha reaccionado a esta historia en Twitter.