El motivo de esta sanción es que el socorrista no realizó un trámite estipulado en el protocolo de comunicación y no avisó a las autoridades portuarias. «Estábamos salvando a una persona y no podíamos permitirnos perder preciosos minutos y segundos. La situación era crítica», ha reflexionado el socorrista en declaraciones a el Corriere de la Sera.
«La señora estaba inconsciente y había bebido mucha agua. Con el personal médico la estabilizamos y intervino el helicóptero para trasladarla al hospital», ha añadido. Saverio Amato se ha mostrado muy contrariado por la situación y ha insistido en que, más allá de una posible alegación, que no tiene claro que vaya a realizar, está molesto por lo que considera una «bofetada moral». @marca
Si la hubiera dejado morir no habría tenido que pagar ninguna multa. Bonita forma de desincentivar el compromiso y las ganas de ayudar.