[…] La gigantesca sirena contenía en su interior un compresor de aire de dos etapas y una hélice. El compresor expulsaba más de 70 metros cúbicos de aire por minuto y la hélice se encargaba de cortar ese aire para crear el sonido. Un aterrador sonido que se registraba a 138 decibelios a unos 30 metros de la sirena y se llegaba a escuchar a 40 kilómetros de distancia. Sigue siendo la sirena más potente jamás construida. Aquí una muestra de cómo se escuchaba.
Se fabricaron varias decenas de estas Chrysler Air-raid Siren y fueron instaladas en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Kansas City, Nueva York o Seattle entre otras. Afortunadamente nunca tuvieron que utilizarse para el propósito para el que fueron construidas. Sin embargo sí que se activaron de forma periódica como mantenimiento para comprobar que su funcionamiento era correcto. Las Chrysler Air-raid Siren estuvieron operativas durante más de dos décadas. […] @xataka.
Enviado por ThugLife.