La Vanguardia prescindió de sus servicios después de publicar este tuit y ser cancelado en redes sociales:
Como es baluarte de la izquierda subnormal, el ‘equipo de opinión sincronizada’ con Silvia Intxaurrondo y Alberto Garzón a la cabeza, han salido en su defensa.
Pero no tiene defensa posible. El móngol lleva años defendiendo que la cultura de la cancelación no existe, y que de existir sería… justa.
El que llamaba a los cancelados “mamá-pupa” se ha pasado el día llorando en Twitter porque le canselan.
Ah, y por si no parecía suficientemente down, también tiene tiempo para hacer crítica deportiva del más alto nivel.
Nadal será recordado como la leyenda que es, ¿Por qué será recordado Pedro Vallín?
Errejón decía que las denuncias falsas “no existían”, Vallín que la cultura de la cancelación tampoco… pues: A MAMAR.