“Soy asiático e hice un dibujo de un amigo mío, que también es asiático, y le dije: “Pareces un terrorista”. Y se lo tomó muy bien. Le pareció gracioso”. Pero alguien más vio el dibujo humorístico, se opuso y llamó a la policía. Meses después, Adam y su amigo fueron interrogados por las autoridades —el amigo declaró que se rió del dibujo y no se sintió ofendido—, pero aun así la policía presentó una denuncia por un “incidente de odio no delictivo” y obligó a Adam a escribirle una carta de disculpa a su amigo, que tuvo que enviarle por correo. @nypost