La solución de la compañía es usar en su sede 100 lámparas de lava para obtener estos valores aleatorios. Todas estas lámparas se ubican de manera lineal en una estantería contra una pared y una cámara va tomando imágenes a intervalos irregulares. Tomando en cuenta que cada píxel tiene un valor numérico concreto dependiendo de su tonalidad, las fotografías van a contar con secuencias numéricas aleatorias y muy amplias, ya que en cada momento la lámpara está en una situación concreta que genera un valor diferente. @genbeta