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Los organizadores de festivales podrían aliarse con las salas de cines y formar el holding más odiado del planeta

Los organizadores de festivales podrían aliarse con las salas de cines y formar el holding más odiado del planeta

Los festivales de música se han convertido en el gran atractivo del ocio entre los españoles y en reclamo para el turismo internacional. Es un negocio multimillonario -se calcula que, sólo de la venta de entradas, factura más de 300 millones de euros anuales– que deja cuantiosos beneficios económicos directos e indirectos en las ciudades que los albergan en todo el territorio nacional. Pero el auge de los últimos tiempos y la concentración de la organización de los eventos en cada vez menos empresas promotoras está derivando en una serie de prácticas generalizadas que atentan contra los derechos de los consumidores y que se desarrollan todos los veranos ante la pasividad de las autoridades autonómicas y locales. @elmundo

Los organizadores de festivales podrían aliarse con las salas de cines y formar el holding más odiado del planeta

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Parece que en los cines de Yelmo están empezando a prohibir la entrada a clientes que lleven comida/bebida de fuera de su local.

Parece que en los cines de Yelmo están empezando a prohibir la entrada a clientes que lleven comida/bebida de fuera de su local.Parece que en los cines de Yelmo están empezando a prohibir la entrada a clientes que lleven comida/bebida de fuera de su local.

Sí, se puede meter comida al cine.

Se pueden meter palomitas en el cine. Las tuyas, las que traes de casa. Esto es así de claro según la legislación actual española. Mucha gente piensa que está prohibido entrar comida al cine, quizá porque el portero tiene orden de informarte mal. Sin embargo es legal llevar comida al cine. Lo repetiremos cuantas veces haga falta hasta que seas consciente de que la Ley está de tu lado.

Tienes derecho a entrar al cine con tus propias palomitas de microondas, siempre que en esa sala se venda comida. Es decir, siempre que en esa sala de cine tengan el típico puesto de comida.

Aunque exhiban un enorme cartel donde se diga: «NO SE ADMITEN PRODUCTOS AJENOS A ESTE CINE» o «PROHIBIDO ENTRAR CON COMIDA DEL EXTERIOR». Ni estos carteles ni otros más imaginativos nos pueden negar el derecho a entrar con comida al cine, siempre que en esa sala se tenga la lucrativa costumbre de ofrecer lo mismo, y encima a precios de azafrán en rama.

Esta es una «película» muy extendida, pero no es legal y es importante saber actuar en caso de que nos impidan el paso o pretendan que nos deshagamos de nuestras viandas.

Lo más recomendable es comunicar a la persona que nos lo impide que conocemos nuestros derechos y que, por mucho que rece el cartel, sabemos que se puede entrar al cine con comida. El paso siguiente sería hablar con un responsable y hacerle saber este mismo punto, ya que ellos son conscientes de que la Ley nos ampara y es más fácil que accedan a entendernos.
En caso de que la negativa se mantenga, hay que solicitar la hoja de reclamaciones y, si hubiera un cartel con la prohibición, hacerle una foto para que nos sirva de prueba. Con la hoja de reclamaciones cumplimentada hemos de denunciar el hecho en la oficina del consumidor , haciendo constar que solicitamos una sanción económica, ya que las propuestas de sanción son de 6.000 euros.
Si acudimos a organismos como FACUA todo será más fácil, ya que no son pocas las multas que se han impuesto a diferentes salas de cine de toda España, aunque no sea un hecho que suela trascender a los medios.

La normativa que nos permite acceder con nuestra propia comida se fundamenta en que el impedimento es una limitación abusiva del derecho de admisión. De la misma forma que si nos obligaran a descalzarnos en la entrada para que compráramos dentro los zapatos que ellos definen como aptos para caminar por el cine, y encima a precios desorbitados. Hay que tener en cuenta que la actividad principal de un cine es la exhibición de películas, no la venta de alimentación, por lo que no puede ampararse en la misma limitación que un bar, en el que, si entramos con comida, perjudicamos a su fuente de ingresos primaria. @ADSL.

Aquí más info sobre este asunto.

@Eddikal.