Estados Unidos no es un país para peatones, sino para coches. Las ciudades están pensadas para los coches y vemos aceras cortadas por autovías, los numerosos espacios en los que predominan las cadenas de comida rápida para aparcar el coche, comprar lo que sea y volver al vehículo y el take-away en el coche es de lo más habitual. Ese cochismo se ha llevado a extremos en los que los norteamericanos entrenan antes de visitar Europa. Y, evidentemente, tanto coche en la carretera implica atascos colosales. @xataka