Ante las quejas del cliente, según Handselblatt, Aston Martin se defiende diciendo que el fallo no se debó a un fallo del sistema, si no que son “signos típicos de desgaste o marcas que surgen de un reemplazo incorrecto de las ruedas. En este contexto, señalamos que el demandante insistió en cambiar las ruedas del vehículo él mismo e incluso compró un juego de gato al demandado específicamente para este propósito” y es que se da por hecho que el Valkyrie, por exclusividad y concepto, no es uno de esos coches a los que debas darle mucho uso continuado, menos aún como coche de diario y menos sin un buen mantenimiento. La firma británica señaló además que aunque acabaran aceptando la devolución del coche tendría que desembolsarles unos 55.000 euros por los 441 km de uso que ha tenido. @caranddriver
Ni con los auriculares que trae el coche era capaz de escuchar nada.