Si es lo primero, no deberíamos atender a su petición, nadie se merece una muerte tan cruel. Si se refiere a lo segundo… empiezo a replantearme la frase anterior 😀
Ojo a sus greatest hits:
- “Que el Estado reconozca el derecho a la eutanasia o al suicidio sería tanto como autorizar a los ciudadanos que así lo quisieran a que libremente pudieran darse en esclavitud y que otros pudieran comprarlos y venderlos. Nadie está legitimado a atentar contra su propia dignidad, pues pertenece a Dios”
- “las súplicas de los enfermos muy graves que alguna vez invocan la muerte no deben ser entendidas como expresión de una verdadera voluntad de eutanasia; éstas en efecto son casi siempre peticiones angustiadas de asistencia y de afecto. Además de los cuidados médicos, lo que necesita el enfermo es el amor, el calor humano”
- “En nuestra marcadamente emotivista sociedad, se está imponiendo la cultura de la muerte. Está en juego la vida y la salvación de las almas”.
El debate ha vuelto a la palestra tras el caso mediático de María José y su marido.