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@transformertable enviado por PepeViruelas.
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El hábito de poner siempre el freno de mano antes de salir del coche (igual que el de ponerte el cinturón nada más entrar) te puede ahorrar estos sustos. Lo ideal es ponerlo siempre en P antes de salir, pero con el freno de mano tienes el “doble check” para que no te pase. Yo alguna vez me lo he dejado en D y el freno de mano me ha salvado.
Y es que imagino que será un poco complicado discernir si estás obedeciendo ante los deseos de alguien que necesita cambiar su cuerpo para ser feliz, o alguien con una patología mental que a la larga podría arrepentirse.
Había por ahí estadísticas que decían que un buen porcentaje de operados luego se arrepentían.
Enviado por GonzaloStampa.