Ata unas cuantas cintas de colores a un ventilador, y deja que la naturaleza gatuna haga su magia.
Ata unas cuantas cintas de colores a un ventilador, y deja que la naturaleza gatuna haga su magia.
Los chinos nos comen, nos comen los chinos.
Se puede ver la dignidad de ese pobre hombre saliendo por sus ojos.