La radio pública belga rechazó emitir el discurso de Trump tras su vitoria electoral.
Los medios de comunicación belgas, especialmente en la región francófona, han implementado desde hace años una práctica conocida como «cordón sanitario mediático«, cuyo objetivo es negar la presencia mediática a los líderes y partidos políticos considerados de «extrema derecha». Esta medida, que está muy extendida entre los periodistas belgas desde el momento en el que finalizan la carrera universitaria, afecta tanto a los medios privados como a los públicos, incluidos aquellos financiados con impuestos de los ciudadanos, entre ellos los votantes de los partidos excluidos. @gaceta
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