En paralelo, y mientras se iba organizando el «me too» doméstico contra el portavoz parlamentario de Sumar, en la izquierda alternativa a la plataforma de Yolanda Díaz ya habían empezado los movimientos para reposicionar a Pablo Iglesias. El fundador de Podemos no ha perdido las ganas de volver de nuevo a la política e intenta reactivar un espacio que él dominó, y que ahora lleva ya tiempo instalado en la decadencia, tanto en sus figuras representativas como, también, en las políticas que defiende. @larazon