En esta ocasión, los radicales cruzaron la frontera cántabra y la volvieron a liar en Castro Urdiales. Allí, un grupo de cinco guardas civiles y un policía nacional, que regresaban al cuartel tras una cena navideña, fueron acorralados y apalizados al grito de “Zipayos” tras ser identificados como agentes por uno de los agresores. @elmundo