En algunos colegios se ha popularizado una tabla periódica de los sentimientos. En el lugar donde antes estaba el radio (Ra) ahora aparece el orgullo (Or). El lawrencio (Lr) ha sido reemplazado por la euforia (Eu) y el bohrio (Bh) por los celos (Ce). La sumisión (Su) releva al kripton (kr), el terror (Te) al telurio (Te) y la empatía (Em) al litio (Li). “¿Cómo te sientes hoy?”, pregunta el cartel a los estudiantes. Representa la esencia de la escuela actual, donde el bienestar emocional ha relegado el aprendizaje de contenidos concretos. No es una exageración. La escuela ha batido el récord en alumnos que terminan la enseñanza obligatoria con lagunas académicas: casi uno de cada cuatro estudiantes de 4º de la ESO (15-16 años) pasa de curso con asignaturas suspensas. @elmundo