A ver, guste o no, los impuestos se aplican a cada intercambio de bienes o servicios. También a rendimientos de inversión… premios… herencias… tenencia de vivienda, vehículos… Es básicamente una hemorragia constante. Se supone que luego te vuelve en forma de servicios públicos, pero entre medias hay unos señores muy majos que lo reparten a su criterio y… el que parte y reparte se lleva la mejor parte.
No hay “dinero limpio”, en cuanto lo vuelvas a usar el estado se llevará otro cacho.
A ver, el tío muy listo no parece tampoco…