Sea como sea Alves lo tiene realmente crudo.
Mientras la declaración de la víctima parece ser constante y persistente, la de Alves hace aguas.
El futbolista reconoce que estuvo en la discoteca, pero sostiene que por un corto espacio de tiempo y niega la agresión sexual que le atribuye la víctima. Un relato que a consideración de la juez instructora incurre en contradicciones con los indicios recabados por los Mossos, que han interrogado a varios testigos, entre ellos al personal de seguridad de la discoteca Sutton. También han recogido muestras biológicas en el lavabo en el que presuntamente ocurrieron los hechos y han visionado las cámaras de seguridad del local. Según ha informado TV3, el futbolista ha declarado tres cosas diferentes: primero dijo que no conocía a la chica a la que presuntamente agredió sexualmente, luego comentó que sí que la había visto pero que no pasó nada, y por último afirmó que fue ella la que se le tiró encima. @marca