Mucho cuidado con lo que guardas en la taquilla del trabajo. En el caso de F -así la identifica la sentencia- unas simples zapatillas la llevaron a los tribunales. Durante más de dos décadas, ejerció como gestora de operaciones en la sección de señora de una tienda de Zara ubicada en un conocido centro comercial de Madrid. Ingresó en la empresa el 23 de junio de 1999 y, tras años de servicio, percibía un salario mensual bruto de 3.833,46 euros, con inclusión de la prorrata de pagas extraordinarias. La estabilidad profesional de la empleada se vio alterada a finales de 2023, a raíz de unas obras en el centro de trabajo. @infobae