“Lo que me han hecho no tiene nombre, me han destrozado a mí y a mi familia. Maria me ha engañado a mí, a mi hermana, a mi madre, a mi padre y a todo mi entorno. Esto es tortura, es un nivel inimaginable de tortura. Le di lo mejor de mí y me estaba espiando por lo que hago y por lo que pienso”, relata Òscar en la información publicada este viernes. @elmundo
A ver qué dice Igualdad de este caso, porque el anterior en el que el policía era hombre, no dudó de calificarlo como “vioIencia contra la mujer“.
A ver, no es necesario que una policía se infiltre y haga exactamente lo mismo que hizo el policía hombre, para darse cuenta de que estos razonamientos son totalmente falaces y de un nivel subnormaloide. Pero cuando pasa, cuando se convierte en realidad, es cierto que solo les queda poner cara de retrasadas, que es lo que demuestran ser cada vez que abren la boca.