Cuando hablamos de metal líquido, a muchos de nosotros nos viene una primera imagen de ese T-1000 con el que James Cameron asombró al mundo. Sin ir tan lejos, el año pasado se anunció el desarrollo de un increíble y diminuto robot hecho de metal líquido capaz de atravesar barrotes. Ahora el MIT le ha dado a toda la tecnología una vuelta para impulsar la impresión 3D hasta límites insospechados. Los investigadores hablan de la posibilidad de imprimir muebles u objetos grandes más rápido que nunca. @ludd