La infidelidad forma parte siempre de un secreto y por eso los siguientes testimonios son anónimos. Cuentan algunas usuarias de la app de citas extraconyugales Gleeden que el vértigo y la excitación de volver a sentirse “deseadas” las llevó a engañar a su pareja, a menudo ya de capa caída. Dicen también que no pretenden “hacer daño gratuito a nadie” y que la combinación entre la estabilidad doméstica y el revolcón fuera de casa les aporta lo necesario para sentirse vivas. Y más: que un amante les hace recuperar ese rocanrol concupiscente que va desapareciendo en las relaciones longevas. Ya se sabe: demasiado Netflix, demasiados lavavajillas por recoger y demasiadas cenas con parejas de matrimonios igual de protocolarios. @elmundo
Demasiada destrucción de un modelo familiar que nos dio todo lo que tenemos, diría yo.
Vía @ExpertoIgualdad