¿Gatos domesticados? No exactamente. Ellos nos amaestran a nosotros.

¿Gatos domesticados? No exactamente. Ellos nos amaestran a nosotros.

Una nueva investigación ha descubierto que los gatos toman sus propias decisiones cuando quieren jugar: recuperan objetos solo cuando a ellos les apetece. Los resultados de este trabajo se publican en Scientific Reports.

El descubrimiento es importante porque los gatos son difíciles de amaestrar: entrenarlos como hacemos con los perros es prácticamente imposible.

Por ejemplo, recuperan un juguete sin que nadie se lo pida y cuando lo hacen intentan que los dueños se unan a la experiencia. Nos embaucan con facilidad.

El nuevo estudio ha comprobado que este comportamiento es mucho más común de lo que pensamos entre los gatos domésticos. También descubrió que la mayoría de las veces el gato es el que inicia el juego. @levante-emv

¿Gatos domesticados? No exactamente. Ellos nos amaestran a nosotros.

La Guardia Civil libera a McPollo

La Guardia Civil libera a McPollo

A McPollo se lo trajeron de China en 2018. La selección española de atletismo fue al país asiático a disputar la Copa del Mundo por equipos. Y en una jornada de turismo por Shanghai, los atletas vieron en una tienda de souvenirs al ejemplar en cuestión: un pollo de plástico con la boca abierta. Fue un flechazo. Lo compraron, lo trajeron a España, le pintaron el dorsal 12 en el pecho y se convirtió de inmediato en la mascota oficial del combinado nacional. @epe

La Guardia Civil libera a McPollo

Venimos de aquí.

Así se veía Madrid desde una montaña a 250 kilómetros de distancia

Así se veía Madrid desde una montaña a 250 kilómetros de distancia

Una de estas peculiares imágenes la ha compartido el observador de la AEMET, José Antonio Quirantes Calvo a través de su cuenta de X. En la publicación, acompañada de cuatro fotos, el meteorólogo explica el fenómeno que se ha producido para que se diese lugar esa instantánea.

Según explica en la red social, las imágenes compartidas se corresponden con la Montaña Palentina tomada desde el Puerto de Navacerrada, en las que el pico superior se ve sobresalir por encima de las nubes. Entre ambos puntos hay alrededor de 250 km de distancia. @huffingtonpost

Así se veía Madrid desde una montaña a 250 kilómetros de distancia Así se veía Madrid desde una montaña a 250 kilómetros de distancia Así se veía Madrid desde una montaña a 250 kilómetros de distancia Así se veía Madrid desde una montaña a 250 kilómetros de distancia