El perro se comió los deberes.

El perro se comió los deberes.

Dos policías y un guardia civil cumplirán condena en prisión por ayudar a una banda de narcos a desembarcar en el puerto de Málaga cocaína oculta en un cargamento de piñas. Más de 300 kilos. Su versión, que creían que dentro del contenedor había criptomonedas y no droga. Pero los jueces consideran probado que los agentes escoltaron el transporte de la sustancia desde el puerto hasta una nave de Sevilla donde varios operarios, entre ellos el efectivo del Instituto Armado, se iban a encargar de desembalarla. Así lo ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en una sentencia en la que tumba el recurso de los funcionarios y les impone siete años de cárcel, además del pago de una multa de 45 millones de euros.

El perro se comió los deberes.