En principio, en esta compañía, no hay ningún requisito o condición para llegar acompañado al trabajo. «Todos son bienvenidos, siempre y cuando no supongan un peligro o alteración» de la convivencia. Tampoco es necesario avisar con antelación, son conscientes de que las necesidades pueden surgir sobre la marcha. Hasta ahora, advierten, las veces que humanos y animales han convivido han sido excepcionales. Pero las ha habido. «En mi caso, he llevado a mi gata Sía en varias ocasiones. La primera vez fue por probar la experiencia, y la siguiente fue por necesidad, ya que en ese momento necesitaba un cuidado especial», cuenta una de las empleadas. @lavozdegalicia
Éste es el primer paso. El segundo será vetar a los perros porque molestan. Y el último será vetar a los humanos por lo mismo. Finalmente solo quedarán gatos en las empresas y en todos los puestos de responsabilidad.