Durante siete años ha existido en Barcelona una trama organizada de gestión de decenas de pisos turísticos ilegales que compraba fincas enteras, realizaba obras sin permisos, acosaba a vecinos y contaba incluso con una oficina sin licencia en una de las fincas. Así se desprende del expediente sancionador que ha incoado el Ayuntamiento de Barcelona y que asciende a hasta 600.000 euros, la mayor sanción impuesta a este tipo de alojamientos. @eldiario