Para tratar de no poner en un apuro al chasis del Mini debido a los 250 caballos de potencia y 400 Nm de par que ahora ofrece, el propietario decidió recurrir a la suspensión delantera y trasera de un Mazda MX-5. El resultado final es un conjunto que se antoja de lo más divertido y cuyo peso apenas es de 920 kilos. Lo mejor será verlo en acción en el vídeo que preside estas líneas. @caranddriver