Y que se mееn encima.
Por si alguno no se creía la captura de este post.
La Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de corregir una sentencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo. El fallo inicial de la jueza viguesa exculpó a un hombre que, en un acalorado cruce de mensajes de WhatsApp, llamó “cerda”, “asquerosa”, “guarra” o “basura” a su expareja después de que ella lo tildase de “cocainómano”, “porrero”, “yonqui” o “sarnoso”. Concluyó que las expresiones proferidas por el varón no eran constitutivas de delito porque fueron en contestación a insultos previos. Pero la conclusión de los magistrados de la Sección Cuarta del órgano provincial es bien distinta ya que revoca la absolución y condena al hombre como autor de un delito leve de injurias: aunque sea como reacción a esos ataques verbales previos, hay “ánimo” de injuriar y de “atacar el honor” de la víctima. @farodevigo
Tras poner en situación a sus seguidores de la red social, la joven termina diciendo que: “el archivo de Word que estuve enviado por dos años es una lista de súper”. Junto a la publicación compartió uno de los correos que enviaba para todos aquellos puestos y, al lado, el documento que creía que era su currículum. @antena3
Enviado por Amondkay.
Resumen: El colegio aceptó que los días de partido se pudieran desplegar las banderas en clase. Los chavales decidieron dejarla puesta todos los días. Una profesora de catalán se negó a dar clase con la bandera puesta, y los alumnos se negaron a quitarla. La profesora les expulsó a todos de clase.
[…] Ante estas quejas de los docentes, los padres de los alumnos mandaron un correo al tutor, “dejando claro que los padres apoyaban a nuestros hijos estando de acuerdo en que la bandera luciera en apoyo a la Selección“. Sin embargo, declara que “la cosa se fue liando hasta que la profesora de catalán dijo que no iba a dar clase si seguía la bandera colgada“, aunque “ningún niño la quitó porque todos estaban unidos y mostraron su disconformidad”. […]
No queremos que radicales den clases a nuestros hijos
[…] Por su parte, el director del colegio La Salle de Palma, que se encontraba viajando, mandó la cancelación de las dos clases que quedaban. “A las doce soltaron a los niños a la calle y los padres nos enteramos por nuestros hijos“, […]
Laura Molinilla, condenada por sustracción de menores ha ingresado en el Centro Penitenciario de Villanubla para cumplir los dos años y medio de prisión por no entregar a su hijo, de 14 años, a su padre y tras no llegar la suspensión de su ingreso mientras se tramita el indulto que han solicitado al Ministerio de Justicia. Rodeada de familiares y amigos y, ante la mirada de su exmarido, que tiene ahora la custodia del menor y que ha acudido hasta allí para verla entrar en prisión, ha pedido que se escuche a su hijo, se le valore psicológicamente y proteja ya que, no quiere irse con su padre. “Estoy mal, pero el trabajo más duro ya lo he hecho, ha sido despedir a mis dos hijos que están en casa”, ha manifestado acompañada de su actual marido con el que tiene otro hijo de cinco años. @cadenaser