El policía y la mujer fueron detenidos ayer. El mosso d’esquadra está acusado de consultar información a un grupo criminal ubicado entre Sant Adrià de Besòs y Barcelona. Y la mujer es presuntamente la intermediaria entre las personas que requerían las consultas y el policía. Los Mossos aseguran que el hombre cobraba entre 100 y 150 euros para cada una de las gestiones por lo que consideran que podría haber ganado “diversos miles de euros”. En su declaración, el mosso ha negado que cobrase a cambio de acceder a las bases de datos. Y ha alegado que las personas consultadas, alguna de ellas en más de un centenar de ocasiones, eran sus confidentes.
La presunta intermediaria, sin embargo, ha acusado al agente, -al que asegura que conoce desde hace más de 20 años, de cuando él estaba destinado en Sant Adrià y le tomó las huellas por un hurto-, de vender información policial a “muchísimas” personas, según su declaración. Además de los datos de las bases policiales, la mujer ha señalado que el mosso hacía “trabajos extraordinarios”, como saber si un coche “tenía lapa” (si llevaba dispositivos de seguimiento), si había alguna entrada pendiente en un domicilio, o si “tenían que irse de vacaciones” porque los Mossos podían detenerles. “Facilitaba todos los datos relativos a las entradas, como fecha, hora y de qué comisaría iban a hacerlo”, ha dicho. @elpais
Enviado por @Pepev.