– Me ahogoooo… No puedoooo…
– Yo no te escucho que te ahogues. ¿Has estado nervioso o algo?
– Nooo…
– A ver, pásame a tu mamá -le dice el facultativo, tan tranquilo.
«Mire usted cómo está», le dice al médico entonces Carmen, que ha visto derrumbarse a su hijo inconsciente minutos antes de la llamada. El doctor remata, displicente: «Señora, su hijo no tiene nada. Respira perfectamente». @elmundo