Hoy cumplo 42 años. Nací, como el lector más avispado ya ha podido inferir, en 1979. Estoy en el rango de edad de la gente que maneja el cotarro en la política de este país (un año menos que Iglesias y Ayuso, uno más que Casado, dos más que Arrimadas y no muy lejos del resto de líderes) y en lo que vendríamos a llamar “la mitad de la vida“. Sé que soy lo suficientemente joven como para saber que no me van a dar un programa de radio serio (los de mi generación ya sabemos que vamos a ser el Príncipe Carlos de la radio española: nunca reinaremos, porque para cuando quiera llegar el cambio será tal la necesidad de renovación de los micrófonos que los heredarán los más jóvenes) y lo suficientemente viejo como para que nadie me considere joven. Soy, quizá, de la última generación que ha tenido alguna certeza laboral y que podrá competir con el nivel de vida de sus padres. No quiero ser más viejo de lo que soy y no envidio para nada la situación de los que vienen detrás de mí. Estoy, con sus pros y sus contras, en una edad que podríamos llamar privilegiada. […]
[…] Por eso temo el resultado de las elecciones de Madrid y lo que pueda extrapolarse a España. Aunque a veces también pienso que lo que ocurra aquí va a hacer reaccionar al resto y que el problema, quizá, es en lo que se ha convertido esta ciudad. Y me enfado por vivir aquí. Sí, quizá lo que me enfada es Madrid. Y a lo mejor lo que tengo que hacer es cumplir los 43 en otro lugar.@infolibre
“Estoy en el rango de edad de la gente que maneja el cotarro“. Si este tío realmente cree que la gente de 40 años maneja el cotarro en la política, es que es más inocente de lo que pensaba.
La gente que realmente maneja el cotarro siempre tiene un pie metido en la tumba 😀
Tenéis el lloriqueo artículo completo aquí.