La epidemia que salvó vidas

La epidemia que salvó vidas

[…] Fue entonces cuando los médicos, entre ellos Vittorio Sacerdoti y un cirujano llamado Giovanni Borromeo, elaboraron un plan para diagnosticar a los refugiados con una enfermedad a la que llamaron Síndrome K. La enfermedad no existía en ningún libro de texto médico o en la tabla médica. De hecho, directamente no existía.

Aquello fue un nombre en clave inventado por el médico y activista antifascista Adriano Ossicini para ayudar a distinguir entre pacientes reales y judíos escondidos sin ningún problema de salud. El plan tendría éxito si los nazis creían que los pacientes tenían la enfermedad letal que podía infectar a cualquiera que entrara en contacto con ellos. Los médicos se inventaron situaciones con las que explicar el carácter peligroso, por ejemplo decían que en los estrechos cuarteles de los trenes de deportación un pasajero enfermo podría infectar a todos los que estaban a bordo, incluidos los soldados. […] @gizmodo

Según explicó Ossicini años más tarde:

La enfermedad se marcó en los informes de los pacientes para indicar que el enfermo no estaba enfermo en absoluto, simplemente era judío. Creamos esos documentos para ellos como si fueran pacientes ordinarios, y en el momento en que tuvimos que decir qué enfermedad sufrieron decíamos que tenían el síndrome K. Aquello significaba que “estoy admitiendo a un judío”, como si estuviera enfermo, pero sabiendo que todos estaban sanos … La idea de llamarlo Síndrome K fue mía.

La epidemia que salvó vidas

Enviado por Fácil Nejo.