“Si en Moscú dicen que quieren celebrar conversaciones, incluso sobre el estatus neutral, no tenemos miedo de esto”, escribió a través de un mensaje de texto. “La única pregunta es quién y cómo puede garantizar la seguridad de Ucrania y el cumplimiento de los acuerdos por parte de los garantes“, añadió. @lavanguardia
La movida es que Putin considera que se está rompiendo otro trato…
Tres palabras de 1990 están agitando las fronteras europeas 30 años después. “Not an inch” (Ni un centímetro). Son las garantías (verbales) que Estados Unidos y Alemania dieron a Mikhail Gorbachov a través de James Baker, por entonces secretario de Estado estadounidense, sobre la no ampliación de la OTAN hacia el Este. No aparecen en ningún tratado oficial, pero Vladimir Putin, presidente ruso, se siente traicionado por Occidente, que desde 1999 ha incluido a 14 países del centro y este europeo en la Alianza Atlántica. Los países bálticos lo hicieron en la gran ampliación de 2004, un paso que para el ex agente del KGB no suponía en aquel momento “una tragedia”.
Pero es la perspectiva de la inclusión de Ucrania y Georgia lo que ha terminado de azuzar los tambores de guerra en las puertas europeas. En 2008, la declaración de Bucarest abrió el camino de la OTAN a estas dos repúblicas ex soviéticas, que Moscú considera áreas de su influencia. Una promesa sobre papel mojado porque la incorporación de Kiev y Tiblisi es una quimera, principalmente por la oposición de Francia y Alemania. @publico
“Dijeron una cosa e hicieron otra. Como se dice en lenguaje popular, nos vieron cara. Simplemente, nos engañaron”, lanzó Putin al insistir, una vez más, en que Estados Unidos prometió “no avanzar ni un centímetro hacia el este” y ahora está cada vez más cerca de sus fronteras.
Edit: Rusia exige la rendición para empezar a “negociar”.
@rtve