Así lo señala la Sala de lo Penal en la sentencia en la que confirma la condena de un año y nueve meses de cárcel impuesta a un agente policial que dio un beso en la mejilla e intentó después darlo en los labios de una detenida sin su consentimiento, en la zona de los calabozos. @elmundo
El contexto aporta gravedad. Falta de respeto y un claro abuso de autoridad.
¿Será condenado Rubiales por su piquito? Pues no lo creo, precisamente por el contexto tan diferente, pero este país no para de sorprenderme… quién sabe.