Mucha gente conoce al espectacular Lockheed SR-71 Blackbird… Aunque sea de vista.
Pero pocos saben que se basó en un avión aún más rápido, más caro, más ligero, y con un techo de vuelo más alto, pero MUY secreto.
La CIA necesitaba sustituir el U2 (sí, el nombre del grupo procede de ese avión) porque no era lo suficientemente indetectable. Así nació el A-12. La movida es que para fabricarlos necesitaban mucho titanio, un material escaso en aquella época, y del que su principal proveedor era precisamente EL ENEMIGO al que querían espiar con ese avión.