A la vez, el Servicio Fiscal y Fronteras inició un dispositivo para realizar inspecciones de gasóleo a los vehículos que circulaban por la zona. Tuvo éxito dado que se localizó a un coche que llevaba gasóleo bonificado tipo B, que para diferenciarlo tiene una coloración rojiza. Ante la evidencia, el conductor reconoció a los agentes haber utilizado gasóleo del depósito de la empresa para su vehículo particular.
Las cuantías son importantes dado que puede suponer multas de entre 601 y 12.000 euros, además de la inmovilización del vehículo hasta 12 meses doblándose la cuantía económica en caso de reincidencia. @caranddriver