Aunque Chuache (Carl… xd) más que un Terminator parece una thermomix, o una roomba…
Sinopsis: 3 tías muy masculinas y un robot del futuro convertido en un canguro Beta, escapan de una maligna máquina machirula que convierte sus brazos en afilados falos.
Ya desde el principio te presentan a la chica que sustuiría la figura de “John Connor” como una mujer que está pendiente de su padre y su hermano, porque son hombres, y por lo tanto, son inútiles. Sería un detalle irrelevante si no fuera porque toda la película va a girar entorno a 3 mujeres empoderadas y hechas a sí mismas que asumen roles, comportamientos (y fuerza) típicamente masculinos. Unido esto a la conversión en canguro BETA del T-800 interpretado por Chuache (que desgraciadamente ya no goza del doblaje de Constantino Romero por razones obvias) la podrían haber llamado FEMINATOR.
Mi colega de ver pelis mierders y yo nos dormimos viéndola (literalmente). En cuanto me despertadé, le he desperté a él, y nos miramos con cara de “here we go again”.
Y sí, hay algunas escenas de acción que se dejan ver, y los 5 primeros minutos de CGI pata negra se agradecen. Pero menuda decepción. Y eso que antes de verla ya sabía que habían metido empoderamiento femenino con turbocalzador. Vieron que no era suficiente con una Linda Hamilton a la que le habían metido un chute de testosterona, así que tanto el líder de la nueva resistencia como el terminator salvador, serían también mujeres.
El “malo” es una mezcla entre un terminator convencional y el T-1000. Su esqueleto es mecánico, y su “carne” es metal líquido, lo cual le da la habilidad de separarse eventualmente y ser dos individuos. La idea es buena, mola, pero el personaje es plano y sin carisma. Sí, es un intento del personaje de Terminator 2 interpretado por Robert Patrick, pero aquel consiguió darle un toque siniestro de calidad, en cambio el de esta película no tiene mucho que aportar.
Quedaos con el recuerdo de Terminator 2, hacedme caso. Todas las que vinieron después no estuvieron a la altura.