Desde el domingo que diera comienzo la cumbre, aproximadamente 400 aviones privados o de estado han aterrizado en Egipto. El tráfico en el aeropuerto de Sharm El Sheik es continuo, y más teniendo en cuenta que la vía aérea es la única factible para llegar a ese rincón apartado de la península del Sinaí.
La historia no es nueva. Sino que se repite año tras año. Como ya sucedió en Glasgow. Entonces la flota de aviones privados que aterrizó en la Cumbre de Clima en emitió 13.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, el equivalente a la cantidad consumida por más de 1.600 británicos en un año. @niusdiario