Cíes es un paraíso de agua cristalina, arena fina, monte y roca para disfrutar en paz. A veces puede oler a maría, o su derivado marroquí en forma de resina; nada que no ocurra desde hace décadas. También puede darse que algún visitante a la isla tenga la mano demasiada larga y coja pertenencias ajenas. Incluso puede haber diferencias de criterio sobre si alguien estaba en la cola de embarque antes que el vecino y acabe en reyerta o palabras malsonantes y empujones. Y es que pretender que las 1.800 personas que visitan la isla a diario convivan sin que exista ni un solo problema de seguridad o conflicto resulta utópico. Por eso, la joya de la corona de Vigo en forma de ría cuenta a diario con la presencia de agentes de la Policía Nacional y Local que median o atienden estas situaciones. @lavozdegalicia
Enviado por Ángel.