La ciudad portuaria de Esbjerg en Dinamarca, junto con la empresa alemana MAN Energy Solutions, ha puesto en marcha la bomba de calor supercrítica más grande del mundo. Dará calefacción sin emisiones y ecológica a unos 25.000 hogares y 100.000 personas. Usa electricidad generada por turbinas eólicas y extrae calor del agua del mar, apenas 2 o 3 grados. Usa CO2 de refrigerante, garantizando la seguridad del parque nacional alemán-danés Watten Sea en caso de accidente. Puede adaptarse para producir refrigeración, útil para hospitales en verano. @ecoinventos