Pasó de combatir y se dedicó a empujar hacia fuera del tatami como si fuera sumo. Lo cojonudo es que ganó el campeonato del mundo, entre los abucheos del público.
Pasó de combatir y se dedicó a empujar hacia fuera del tatami como si fuera sumo. Lo cojonudo es que ganó el campeonato del mundo, entre los abucheos del público.