Al día siguiente más de la mitad estarán en Wallapop.
El precio que fija el ayuntamiento para adjudicarse una de estas piezas (185 euros) viene establecido por el “coste estimado de la preparación para su entrega” a los ciudadanos. Todos los tramos están desmontados, protegidos con plásticos, numerados y colocados en filas en un almacén municipal. A este lugar deberán trasladarse los afortunados en el sorteo para llevarse a sus casas la pieza de baranda. El ayuntamiento solo les pone una condición: “comprometerse al buen uso” de su trofeo donostiarra. @elpais