Después de una gran investigación, encontraron al responsable del fraude. La mujer, que no era Alessandra Ambrosio, en realidad se llamaba Valeria, tenía 50 años y vivía en Cerdeña. La noticia conmovió al mundo del deporte italiano, y Paolo Cozzi, excompañero y medallista olímpico con la selección italiana de vóley, afirmó que “Roberto es una víctima a la que hay que respetar. No hay que compadecer ni burlarse: esta es una historia que también le puede pasar a otros porque hay debilidades humanas y trampas de la existencia”, completó. @marca
Enviado por FácilNejo.